«Regetón para kemar la nación! ¡Viva el regetón libertario!»
Ni estudiantes, ni intelectuales, ni poetas malditos, ni revolucionarios culturales, ni militantes políticos de cualquier signo. La revolución será de los kinkis o no será. Y la música de la revolución compartirá mucho más con el reguetón que con John Cage. Por eso abrazamos con ilusión el concepto de reguetón libertario, al que deseamos un fértil futuro, aunque de momento sólo sea una broma de punki borracho encontrada en la tapa de un cubo de basura en la Plaza del 2 de Mayo en Madrid. Aunque, eso sí, una broma visionaria.
Fotografía tomada en Plaza del 2 de Mayo, Madrid, 2005.