Desperté agarrando el pie de Xisela y gritando «¡están por aquí las palabras perdidas!» Esa misma madrugada, ella soñó que daba clases de guitarra a niños, y les explicaba que la guitarra se coge siempre » en el sentido contrario a las agujas de la noche».
Es como recoger frutos deliciosos de un árbol todas las mañanas.