La comodidad de la oposición

Hace unos años un colega me comentaba que la única ventaja de haber perdido la guerra civil es no tener que cargar en la espalda los posibles fracasos de una revolución libertaria verdaderamente puesta en práctica, y no sólo tímidamente ensayada en condiciones excepcionales. En la oposición a veces se vive mejor, porque no tienes que asumir el peso de la realidad ni la prueba de la eficacia. Toda victoria, y toda hegemonía, tiene un desgaste. Muchas veces las victorias superficiales son trampas.