Atlas de la realidad vibrante

Debajo del estruendo invasivo del espectáculo, lo maravilloso vibra en pequeñas longitudes de onda que son pioneras de una realidad ampliada, que son transmitidas desde un futuro donde la creatividad será un presente continuo: chistes, masajes, tatuajes, recetas, formas de besar, sueños encadenados, cuentos que contar en la hoguera, la fiesta de todas las noches.

Este atlas aspira a sintonizar, documentar y testimoniar estas vibraciones moleculares, estas pequeñas turbulencias de magia capaces de suspender el sinsentido de la cotidianidad capitalista. Hacia una hiperpolítica de la realización total del ser humano que tenga su centro de gravedad en la microfísica de cada instante.

Llamamos microfísica del instante al fluir de lo concreto, a los pellizcos de la aguja de la realidad en nuestro acontecer cotidiano. La microfísica del instante es el movimiento de las  pequeñas cosas definidas  que atraviesan nuestra apertura al mundo y  que van constituyendo nuestra singularidad activa: nuestros deseos, nuestras memorias, nuestra conciencia, nuestro mapa del universo.  Un gato que tiene miedo de las bolsas de plástico. Una frase con la que se sueña: la noticia que toqué en el agua.  Uvas que se muerden como besos para exportar. Despertar por la noche y sentir que el cuerpo abrazado de tu amor es un ancla para volver a hundirte allí abajo.

Esto es, en  última instancia  y tras todos los rodeos que se quieran hacer, el recurso revolucionario por excelencia: nuestros motivos.