Mis amigos y amigas anarquistas cubanos del Taller Libertario Alfredo López, perteneciente a la Red Protagónica Observatorio Crítico, han pedido solidaridad internacional para difundir un importante comunicado, que reproduzco a continuación y enlazo más abajo.
Aprovecho para incidir en algo que no se puede obviar, por mucho que las izquierdas mitómanas de este país participen de una lógica amigo-enemigo carlschmittiana burda y simplista: los enemigos del espíritu que inspiró la Revolución Cubana, que tantas simpatías despertó y con razón en la izquierda mundial, no se encuentran sólo en el imperialismo norteamericano. Los enemigos del espíritu original que impulsó la Revolución se encuentran en el proceso interno de esclerosis, burocratización y autoritarismo que la Revolución lleva padeciendo demasiado tiempo, hecho que ha sido reconocido abiertamente por la propia dirigencia histórica, y por el que a estas alturas nadie debería rasgarse las vestiduras. Por supuesto las presiones externas han empujado a este autoritarismo, ayudando a conformarlo, pero nos engañaríamos a nosotros mismos si no reconociéramos también que muchos de los resultados más sombríos del proceso cubano estaban latentes en ciertas apuestas políticas y organizativas iniciales.
Escudarse en una defensa acrítica del régimen cubano es malograr, en un fetiche estúpido y en un error político (desde una perspectiva anticapitalista), el importante legado de la Cuba revolucionaria para la historia de la emancipación humana, que es rico no sólo por sus logros sino también por sus fallos. Cuba nos enseña a los revolucionarios del siglo XXI, al mismo tiempo, como hay que hacer y como no hay que hacer las cosas.
Y digo error político anticapitalista porque, conociendo mínimamente la realidad de la isla, apuesto que las pocas cosas que pueden evitar que el socialismo en Cuba tome una deriva que ya hemos visto en casos como Vietnam o China, es precisamente gracias a que la actividad autónoma y autoorganizada de anticapitalistas y libertarios cubanos como la gente del taller libertario Alfredo López se expanda con fuerza y reactive las cenizas de un incendio asfixiado bajo el peso del estatismo.
Desde la distancia sólo puede mandar ánimo y un fuerte abrazo a mis amigos y amigas anarquistas y anticapitalistas cubanos, reconociendo lo fundamental de su labor y admirándome por lo honesto y lo difícil de su empeño, pues como es fácil imaginar no debe ser sencillo mantener un camino socialista propio bajo la presión de los USAID por un lado y la seguridad del Estado cubano por otro, en una encrucijada donde los enemigos se multiplican y los aliados se reducen por culpa, entre otros factores, de una opinión pública internacional secuestrada en imágenes ideológicas anquilosadas.
A continuación el documento.