El derecho a soñar tumbado en una hamaca
El capitalismo es una pesadilla que está hecha de paradojas. Una de las más irracionales es que somos capaces de producir cada vez más más cosas con menos trabajo, pero cada vez trabajamos más. Llevamos aproximadamente dos siglos gastando el premio de una lotería energética sin igual, que son los combustibles fósiles. Una época en la que además el ingenio científico ha aumentado hasta lo inconcebible nuestro radio de acción. En campos como la medicina o la comunicación hacemos magia. Y sin embargo, pese a contar con más riqueza que nunca, en términos de tiempo libre somos más pobres que nunca. Lewis Mumford nos recuerda que en la Edad Medía los días festivos anuales eran casi un tercio del año.